Cueva de Casuto
(Folclor chileno, pág. 120)

 

La Cueva de Casuto se encuentra en uno de los cerros de Casuto. Esta mansión de las malas artes está rodeada de entrecortados y deformes peñascos, color sangre de toro.

La Cueva tiene túneles y galerías que llegan hasta otro palacio, situado en el pueblo de Salamanca.

En la noche de los martes es cuando la Cueva, convertida en suntuoso palacio, provisto de manjares, vinos y licores, recibe a los brujos. Y el aquelarre se prolonga hasta la medianoche.

Pasadas las doce, todo vuelve a su aspecto normal: rocas, pedazos de quiscos, piedras.

El profano que, por ignorancia o curiosidad, se acerca a esos contornos durante esas misas negras, muere irremediablemente. Es una muerte horrenda; el cristiano sufrirá de hinchazones, moretones, boca y ojos abiertos de espanto.

Versión de Oreste Plath


© SISIB - Universidad de Chile y Karen P. Müller Turina